lunes, 26 de agosto de 2013

Cómo escribir una canción

Técnica para escribir una canción
Dicen que las musas de la inspiración nos visitan cuando les place, pero quienes trabajan o se dedican seriamente a las artes deben aprender a buscarlas, o bien a encontrar su iluminación en el momento necesario.

Hay mucho de ello al aprender a escribir canciones: si en verdad buscas cumplir con tus objetivos, debes saber cómo hacerlo incluso cuando no tienes a tus hadas rondando a tu alrededor.
"En una canción debe existir una trama, un por qué, un contenido que de forma a esos sentimientos que afloran ni bien piensas en el sonido."
El arte de la composición
Escribir una canción es componer, tal como lo es contar un cuento, pintar un cuadro o bailar. De preferencia, debe existir una trama, un por qué, un contenido que de forma a esos sentimientos que afloran ni bien piensas en el sonido. Si tu trabajo es escribir una canción, entonces dedícale el profesionalismo y la concentración necesarios.

Busca un lugar tranquilo que te inspire. Puede ser tu hogar, un parque, o el centro mismo de la ciudad, con toda su gente ruidosa y sus coches girando por allí: debe ser el lugar donde tú te sientas a gusto como para abrir los ojos y el corazón al contenido.

Con papel y lápiz en la mano, practica algunas técnicas de liberación y creatividad. Por ejemplo, escribe las primeras diez palabras que vengan a tu mente: estas serán las claves de tu creatividad. Luego, de entre ellas, escoge cinco. Puede ser al azar o por elección, lo que prefieras. Con estas cinco palabras, trama una historia. De amor, de melancolía, del sentimiento que elijas para la ocasión. Ya tienes la base para tu canción.

Contrariamente a lo que el público piensa normalmente, las canciones no surgen de un trance, al menos no es así en la gran mayoría de los casos. Estas son una creación humana, un trabajo dedicado. Por eso, a partir de tu base, considera cómo quieres que sea esa canción: si será en prosa o en verso, es decir, si rimará o no, si es lenta o muy movida, si es para cantar a capella o acompañado de algún instrumento, y cómo piensas que esos elementos te acompañarán.

Poniéndole música a tu canción
Después, empieza a darle forma a tu canción. Puedes partir de la música o de las letras. Si tocas la guitarra, por ejemplo, haz algunos punteos simples mientras lo piensas, de modo de ir escuchando sonidos que te acercarán al tono y la nota de partida. No fuerces tu creatividad, deja que fluya libremente; en lugar de intentar componer de inmediato la melodía, simplemente toca algunos acordes, sin un orden ni intención, sino sólo para que la música te rodee.
"Lee y repite una y otra vez tus contenidos, intentando no hacer un análisis profundo, sino sintiendo cómo impacta en ti este conjunto de palabras."
Lee y repite una y otra vez tus contenidos, intentando no hacer un análisis profundo, sino sintiendo cómo impacta en ti este conjunto de palabras. La música, como cualquier arte, debe buscar que a su audiencia le provoque algún tipo de sentimiento, una emoción, se debe sentir con la piel antes que escuchar con los oídos o pensar con el cerebro. Es por eso que lo instrumental debe acompañar tu proceso creativo, para dar seguridad al procedimiento, para hacer un grupo intrínseco de letra y sonido.

Cuando la canción, ese organismo casi viviente, se encuentre cómoda con alguna nota, te lo hará saber. Todo encaja a la perfección cuando la música está lista para salir, haciendo un trabajo prolijo y profesional, aunque seas amateur.

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