lunes, 26 de agosto de 2013

Cómo escribir un poema

Tips para aprender a escribir un poema
Un poema es una creación del alma, pura y sencillamente. Pero claro, quienes deben redactarlo para cumplir con una asignación escolar o por trabajo bien saben que, a veces, es difícil hallar la inspiración, siquiera las correctas herramientas para lograrlo.

El poema es una redacción con sentimiento. Al leerla debe provocar alguna emoción, ya sea el amor más romántico o el desprecio más desagradable: debe causar "algo" en el lector. Por eso, lo primero que haremos será pensar en qué es lo que queremos causar, y luego definiremos el tema central. Por ejemplo, digamos que queremos hacer suspirar al lector, y nuestro tema es el otoño.
"El poema es una redacción con sentimiento. Al leerla debe provocar alguna emoción, ya sea el amor más romántico o el desprecio más desagradable."
Usando este elemento, comenzaremos a dejar volar imágenes, colores, palabras, sonidos, sabores, todo aquello que nos despierte el otoño, lo que asociemos con nuestro tema o palabra clave. Anótalas en un papel, pues serán tus herramientas.

El tipo y estilo del poema
Entendemos por "poema" a una composición, escrita o pronunciada, que ha de cumplir con ciertas reglas de composición, ya sea dramático o lírico, en prosa o en verso. Si se trata de una asignación escolar, seguramente sabrás qué extensión o tipo debe tener el poema: soneto, romance, oda, caligrama, acróstico, copla, heroico (elegía), epigrama, haiku, o una verdadera prosa poética.

A sabiendas del estilo que debemos cumplir (cantidad de versos, distribución, longitud y demás), comenzaremos a tramar la historia. Si te sirve, imagina el tema central y lo que quieres contar, para luego ir desglosando cada parte en breves secciones (las frases), hasta cumplir con el designio de diseño.

Por ejemplo, nuestro tema era el otoño, en una composición emotiva. Supongamos que la idea central sea algo como "el otoño es el ocaso de los árboles", lo que nos podría remontar a temas como su muerte, y también su renacer, el rebrote, la primavera. Entonces, la idea central de "el otoño es el ocaso de la vida de los árboles" se traducirá en las frases:
El otoño es una estación anual romántica
en la que los árboles pierden sus hojas
la naturaleza se queda en silencio
la muerte quiere invadir los campos
pero siempre gana la primavera
la vida renace una y otra vez...
como el mismo amor.
Y, como ves, allí mismo tienes una buena base para un poema corto, esperanzador, sentimental y positivo, a partir de sólo una frase que dejamos bailar y volar en nuestra mente, tanto la emotiva como la racional.
"Para escribir un poema, lo primero que haremos será pensar en qué es lo que queremos causar, y luego definiremos el tema central."

Cómo escribir una poesía

¿Qué es la poesía?
Si pensamos en un poeta seguramente vienen a la mente imágenes de un eterno soñador, que se pasa las horas hablando en rimas y mayormente sobre conceptos abstractos, emociones y sentimientos. Pero este es un estereotipo no del todo adecuado: la poesía, como profesión, es una técnica de redacción que bien se puede alcanzar teniendo los pies sobre la tierra y la mente puesta en la cruda realidad.
"Un diccionario de sinónimos te será de gran utilidad para escribir poesía, de modo de organizar las palabras según su fonética."
La poesía es un escrito o verbalización de una redacción, elaborada de acuerdo a ciertas estructuras. Se dice que el poeta es el único escritor capaz de encontrar la belleza y lo magnífico hasta en la más absurda de las situaciones, y esto define de una forma bastante aproximada la tarea.

Para escribir poesía es necesario tener una visión más profunda, un análisis de la realidad que nos rodea, para poder convidarla de un modo algo particular.

Tipos y estructuras
Los poemas pueden tomar muchas formas diferentes. Quizás la más conocida es la del escrito en versos, oraciones cortas agrupadas en estrofas divididas, que mantienen una rima o versalidad entre ellas. En un cuarteto convencional, por ejemplo, se mantiene una rima sonante (es decir, la última palabra de cada frase mantiene igual fonética o sonido) entre la primera y la cuarta oración, y entre la segunda y la tercera. En un sexteto, por ejemplo, la estrofa puede tener una rima entre la primera y la sexta, la segunda y la quinta, y la segunda y la tercera frases.

Pero también puede tratarse de rimas asonantes: la redacción se divide en frases cortas, organizadas en estrofas, sin cumplir un modelo ni conservar la musicalidad o la rima entre ellas. Estos son los poemas actuales, modernos y de vanguardia, donde prima más la belleza y el impacto del contenido, antes que su capacidad sonante.

Cómo escribir una poesía
Sólo necesitas querer hacerlo, poner tu dedicación y concentración a ello, y manos a la obra.

Elige el tipo de material que quieres componer: en prosa o en verso, en la forma de soneto, de copla, de oda u otro, y la longitud que quieres que tenga (la cantidad de estrofas). Luego, piensa en el tema que quieres desarrollar: inspírate en el mundo que te rodea, pues la poesía no tiene límites a la hora de elegir su musa inspiradora.

Después, sin más, comienza a escribir. Si definitivamente no sabes hacerlo, simplemente escribe la historia que quieres contar, esa apreciación sobre una minúscula parte de nuestro entorno. Divide lo escrito en frases cortas, de unas siete palabras o menos en lo posible, y finaliza dividiendo las frases ya separadas en estrofas, como si se tratara de puntos y aparte, procurando respetar las formas y estructuras de la poesía que has elegido hacer.
"Con cada lectura se te ocurrirán nuevas formas de expresarte, incluso encontraras 'errores' o detalles que querrás corregir."
Finalmente, si deseas hacer un poema en verso, analiza el final de cada frase y haz los cambios necesarios para que rimen. Un diccionario de sinónimos te será de gran utilidad, de modo de organizar las palabras según su fonética y lograr la musicalidad de cada estrofa sin perder coherencia en la frase.

Lee una y otra vez el material, asegurándote de que se comprenda a la perfección, de que cause el impacto necesario, y de que no hayas forzado ninguna estrofa sólo con tal de que rime. Repite este ejercicio unas cuantas veces, y en días diferentes, ya que cada momento es especial. Veras que con cada lectura se te ocurrirán nuevas formas de expresarte, incluso encontraras "errores" o detalles que querrás corregir. 

Con el tiempo y tomando temáticas diferentes, podrás abrirte a la mecánica, y verás que la redacción de poemas se te irá haciendo cada vez más natural.

Cómo escribir una canción

Técnica para escribir una canción
Dicen que las musas de la inspiración nos visitan cuando les place, pero quienes trabajan o se dedican seriamente a las artes deben aprender a buscarlas, o bien a encontrar su iluminación en el momento necesario.

Hay mucho de ello al aprender a escribir canciones: si en verdad buscas cumplir con tus objetivos, debes saber cómo hacerlo incluso cuando no tienes a tus hadas rondando a tu alrededor.
"En una canción debe existir una trama, un por qué, un contenido que de forma a esos sentimientos que afloran ni bien piensas en el sonido."
El arte de la composición
Escribir una canción es componer, tal como lo es contar un cuento, pintar un cuadro o bailar. De preferencia, debe existir una trama, un por qué, un contenido que de forma a esos sentimientos que afloran ni bien piensas en el sonido. Si tu trabajo es escribir una canción, entonces dedícale el profesionalismo y la concentración necesarios.

Busca un lugar tranquilo que te inspire. Puede ser tu hogar, un parque, o el centro mismo de la ciudad, con toda su gente ruidosa y sus coches girando por allí: debe ser el lugar donde tú te sientas a gusto como para abrir los ojos y el corazón al contenido.

Con papel y lápiz en la mano, practica algunas técnicas de liberación y creatividad. Por ejemplo, escribe las primeras diez palabras que vengan a tu mente: estas serán las claves de tu creatividad. Luego, de entre ellas, escoge cinco. Puede ser al azar o por elección, lo que prefieras. Con estas cinco palabras, trama una historia. De amor, de melancolía, del sentimiento que elijas para la ocasión. Ya tienes la base para tu canción.

Contrariamente a lo que el público piensa normalmente, las canciones no surgen de un trance, al menos no es así en la gran mayoría de los casos. Estas son una creación humana, un trabajo dedicado. Por eso, a partir de tu base, considera cómo quieres que sea esa canción: si será en prosa o en verso, es decir, si rimará o no, si es lenta o muy movida, si es para cantar a capella o acompañado de algún instrumento, y cómo piensas que esos elementos te acompañarán.

Poniéndole música a tu canción
Después, empieza a darle forma a tu canción. Puedes partir de la música o de las letras. Si tocas la guitarra, por ejemplo, haz algunos punteos simples mientras lo piensas, de modo de ir escuchando sonidos que te acercarán al tono y la nota de partida. No fuerces tu creatividad, deja que fluya libremente; en lugar de intentar componer de inmediato la melodía, simplemente toca algunos acordes, sin un orden ni intención, sino sólo para que la música te rodee.
"Lee y repite una y otra vez tus contenidos, intentando no hacer un análisis profundo, sino sintiendo cómo impacta en ti este conjunto de palabras."
Lee y repite una y otra vez tus contenidos, intentando no hacer un análisis profundo, sino sintiendo cómo impacta en ti este conjunto de palabras. La música, como cualquier arte, debe buscar que a su audiencia le provoque algún tipo de sentimiento, una emoción, se debe sentir con la piel antes que escuchar con los oídos o pensar con el cerebro. Es por eso que lo instrumental debe acompañar tu proceso creativo, para dar seguridad al procedimiento, para hacer un grupo intrínseco de letra y sonido.

Cuando la canción, ese organismo casi viviente, se encuentre cómoda con alguna nota, te lo hará saber. Todo encaja a la perfección cuando la música está lista para salir, haciendo un trabajo prolijo y profesional, aunque seas amateur.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Cómo elegir un curso de música online

Hace algunos años, si queríamos aprender a tocar un instrumento musical, debíamos acudir a un instituto de música, o quizás debíamos contratar a un profesor particular, que nos visitara en nuestro hogar en momentos específicos. Pero hoy todo eso ha cambiado, con las infinitas posibilidades que nos brinda Internet.

Los cursos de música online son una buena opción para quienes no poseen tiempo de sobra. Puedes seguir las clases y técnicas cuando quieras, y puedas, pues Internet no tiene horario de cierre. Podrás aprovechar cada segundo libre para aprender nuevos acordes, para mejorar técnicas, y para especializarte a tu propio ritmo con la regularidad que tú quieras.

En Internet hallarás cursos de música gratuitos y de pago. También hay cursos con tutoría en vivo (mediante cámaras web), o simples técnicas y explicaciones escritas, con archivos de audio para tu mejor aprendizaje. También hay algunos que emiten certificaciones, y cursos o clases individuales para quien simplemente quiere aprender un poco más. Debes elegir aquel curso que se adecue a tus necesidades, pues si deseas aprender a tocar el teclado para entretener a tu familia, no te será necesario contar con un diploma o con un tutor que te enseñe la teoría musical.

Si ya tienes un conocimiento previo en música, no te preocupes. Estos cursos online también ofrecen diferentes niveles. Podrás aprender la base absoluta del instrumento que quieras conocer (incluyendo sus componentes, técnicas de mantenimiento y limpieza y demás), o mejorar tus habilidades con nuevas técnicas aprendidas por video online.

Elige un curso de música online gratuito para comenzar, y luego podrás contratar uno de pago, si es lo que deseas. También, procura escoger uno adaptado a tus necesidades: un curso lleno de partituras y teorías no será lo que necesitas si quieres aprender a tocar la guitarra para tus amigos, y un curso simple de "tocar de oído" no será lo más adecuado si quieres aprender las bases teóricas o la lectura de literatura musical.

En lo posible, elige un curso que disponga de videos y tutoriales multimedia. También puedes buscar uno que te ofrezca la posibilidad de descargar partituras, tablaturas, e incluso archivos de audio. Esto facilitará mucho tu aprendizaje, y además te permitirá contrastar con tu propia actividad. Cuando encuentres uno según lo que buscas, haz las consultas que necesites. No guardes dudas, en especial si se trata de un curso de pago y con tutoría en video conferencia.

Una buena forma de hallar el curso de música adecuado a tus necesidades es consultando los foros de debates que encuentras en Internet. Allí hay cientos de personas que especifican sus comentarios con aquellos contenidos que hallaron más útiles, y hasta podrás crear amistades interesantes, con las que compartas el gusto por ese instrumento que estás buscando dominar a la perfección.

En la búsqueda de cursos de música, asegúrate de ser específico y adecuado a tus deseos. Puede que comiences por buscar un curso de bandoneón, pero en la práctica te veas más interesado en aprender a tocar el saxofón. Pues sigue a tus deseos e instintos, y recuerda siempre que los demás cursos estarán allí, en la web, esperándote para cuando estés listo y gustoso de enfrentarlos.